6 sept 2010

Entrevista / Mauro Marrone

“LLEGAR A ALMIRANTE FUE EL PARAISO”
El mediocampista de Almirante Brown pasó (en doce meses de diferencia) de descender con Talleres de Escalada a dar la vuelta olímpica con el Aurinegro. Uno de los que más jugó (35 presencias) en el equipo de Giunta, habla del estilo contrapuesto del Loco al del Negro Rodríguez, la influencia de Bazán Vera en el campeón Metropolitano, incentivación, barras, y su deseo de continuar jugando en el equipo de Isidro Casanova.
¿Cómo fue el sin sabor de descender con Talleres?
-Lo peor que le puede pasar a uno en lo futbolístico es descender, si no tenés una buena contención se hace muy difícil, más que nada porque Talleres me dio muchas cosas. Yo tuve la suerte de tener a mi familia al lado y me contuvo mucho. Por eso creo que uno tiene que estar preparado y salir adelante con la contención de la familia; pero es un dolor muy fuerte.
A ustedes los perjudicó el promedio. ¿Cómo ves ese tema? ¿Pensás que es algo que ya se tendría que dejar de lado?
-La verdad que sí, porque es más práctico.. para mí el promedio es como un negocio... porque en el caso de Talleres, que nos tocó descender, nosotros teníamos que hacer una gran campaña, casi de campeón. Con el equipo que teníamos, y lo demostramos en el segundo semestre, no era justo irse al descenso. Habría que eliminar los promedios y que desciendan los últimos tres equipos, como en Europa.
De descender con Talleres a campeón con Almirante...
Sí, tuve esa suerte. La decisión que tomamos con mi familia de ir a Almirante fue la más acertada, y hoy estamos viendo los réditos porque, si bien había posibilidades de ir a otros equipos de Primera B, incluso a alguno de Nacional B, nos decidimos por Brown. Creo que fue la mejor decisión, más allá del resultado, luego de estar tantos años en un club que no venía bien económicamente y aguantándose un montón de cosas, pasar a Almirante fue el paraíso. No sólo por estar tranquilo en lo económico, sino porque encontré un club con aspiración de crecer constantemente, y eso a uno lo beneficia mucho.
Por “estilo de juego” ¿Fue un cambio muy grande pasar de ser dirigido por el Negro Ricardo Rodríguez a Blas Giunta?
-Quizás el Negro tiene una visión distinta de juego a la de Blas, pero creo que no se puede decir que una es mejor que la otra. Si vas a los resultados, obviamente vas a pensar que el estilo de Blas es el mejor; por salir campeón y por lo que ha conseguido, pero para mí no hay uno que sea mejor que el otro.
Pero son distintos...
-Sí, Blas tiene diferentes formas... para él primero es defender, mantener la línea y saber que en algún momento un gol vas a hacer, y el Negro es diferente; le gusta más jugar al fútbol, poniendo la pelota al piso, ir más al ataque, y eso también es vistoso. Uno se tiene que adaptar a lo que quiere el técnico y estar preparado para todas las circunstancias.
¿En cuánto a tu función en el campo de juego hubo mucha diferencia entre lo que te pidió uno y otro?
-La función quizás era la misma; la contención, buscar el equilibrio del equipo, distribuir bien la pelota, salir con el balón dominado en ciertos momentos, y en otros apretar o achicar las líneas. Aunque esta temporada la mayor cantidad de los partidos los jugué corrido a la derecha, y ahí Blas me pedía otras cosas, como llegar más al área rival, a lo que uno no estaba acostumbrado. Pero me adapté bien a lo que él me pidió.

GIUNTA había conformado un plantel que por nombres era candidato desde la fecha 1, pero el comienzo no fue auspicioso: recién en la 5ta jornada Almirante consiguió su primer triunfo y sus primeros goles en el Torneo (doblete de Ferrer para el 2-0 ante Acassuso).
No empezaron de la mejor manera ¿En qué momento pensaron que estaban para ascender?
-Creo que en todo momento. Cuando arrancamos mal, estaba la incertidumbre y el malestar de no poder ganar, de no haber empezado como uno quería, pero el grupo siempre estuvo tranquilo y siempre supo a lo que apuntaba. Cuando íbamos 12 puntos abajo, siempre decíamos que teníamos que buscar la gloria. Se había armado un plantel muy lindo en lo humano y también muy bueno en lo futbolístico. A eso había que agregarle esa convicción, ese empuje que le impuso Blas, y ahí creo que empezamos a confiar en nosotros. Entonces se fue fomentando esa mística de ir a ganar en todas las canchas.
Cuando veían que Sarmiento iba dejando puntos en el camino ¿Cuál fue el partido en el que dijeron: “no se nos puede escapar el torneo”?
-Cuando le ganamos a Temperley en su cancha. Habíamos empatado con Estudiantes en Casanova y todos pensaron que estábamos tambaleando y que Sarmiento ya era el campeón. Después de ganar ese partido, nos sentíamos enteros para alcanzar el objetivo. Lo demostramos ganándole a Central Córdoba dando vuelta un 0-2, y después a Comunicaciones que es un rival muy duro.
¿Central Córdoba los sorprendió o el tema de la incentivación es algo que el jugador de fútbol lo tiene asumido y sabe con qué se va a encontrar en una instancia definitoria?
-Con Temperley, Estudiantes, Central Córdoba... Nosotros sabíamos que la incentivación iba a estar, caía de maduro, porque Sarmiento no estaba seguro de los puntos que podía sumar y tenía que apostar a nuestros rivales. Entonces uno sabía con lo que se iba a encontrar. No me sorprendió. Obviamente ellos iban a jugar por su prestigio, pero también por el dinero que les habían ofrecido.

“CON ESTOS MUCHACHOS voy a jugar en la A” (textual de Blas Giunta tras vencer a Atlanta en la última fecha, conseguir su segundo ascenso en el club y entrar en la lista de candidatos a dirigir Boca)
¿Cuándo lo escuchaste qué sentiste?
-Una emoción terrible, uno sigue viendo recortes de diarios, fotos... Y todavía no cae. Y que un técnico tan reconocido, un ídolo de Boca como lo es Blas, que elogie al plantel de esa manera es una satisfacción enorme. Lo que uno más puede esperar de un técnico es que te elogie y que se la juegue por vos, y creo que Blas lo hizo y por suerte todos juntos conseguimos lo mejor.
En el entretiempo del partido con Atlanta (Almirante empataba, mientras Sarmiento igualaba ante Flandria y se quedaba con el primer lugar) ¿Qué les dijo Giunta?
-Ya del principio nos había dicho que dependíamos de nosotros, que sabía que Dios nos iba a dar una oportunidad, que la teníamos que aprovechar, y así fue. En todo el campeonato él apostó siempre a nosotros, nos daba mucha confianza. Y en el entretiempo nos expresó que estemos tranquilos, que si nosotros ganábamos, el campeonato era nuestro. En ningún momento nos dijo el resultado de Sarmiento. Nos pidió que confiemos en nosotros, que estemos tranquilos, pero que siguiéramos con esa firmeza que lo íbamos a ganar y por suerte así se dio.
¿Y cuando Daniel (Bazán Vera) falló el penal, que se te cruzó por la mente?
-Cuando él erra el penal en seguida mira para atrás como pidiendo perdón. Igual estábamos tranquilos porque sabíamos que si no la metía Dani (Bazán Vera) otro lo iba a hacer. Por suerte lo hizo él y tuvo su revancha. Uno no se preocupó, pero si sintió el temor y pensó: “Que chance que perdimos”. Pero sabíamos que el partido lo íbamos a ganar, por la convicción que tenía el grupo y por el compañerismo que había dentro de la cancha.
Bazán Vera es uno de los referentes máximos ¿Después de Giunta es el que más habla?
-Sí. Yo recuerdo patente después del partido que perdimos en la cancha de Español, al otro día entrenamos, y después de hacer el regenerativo, Daniel nos habló a todos y nos dijo que no nos creamos que somos el Manchester ni que tampoco éramos el peor equipo, sino 11 leones que entrábamos a la cancha y teníamos que demostrarlo. Que con la llegada de Román (Díaz) se había creado una gran expectativa y que nosotros teníamos que seguir en la nuestra, no nos teníamos que desviar del camino, y así fue. La tranquilidad que transmitían tanto la cabeza del grupo (Giunta) como el capitán (Bazán Vera) fueron fundamentales para conseguir el ascenso.
¿Creés que pueden repetir una campaña como la última que hizo Almirante en la B Nacional, terminando en puestos de Promoción (pese a descender por la quita de 18 puntos)?
-Ojalá se pueda, va a ser difícil porque son muchos viajes, la mayoría de los equipos son del interior y hay que viajar cada 15 días. Entonces va a ser muy importante tener la cabeza fría y tranquila como en la temporada que pasó y confiar en todos, porque para que uno salga campeón tienen que estar bien las cuatro patas de la mesa; la dirigencia, el cuerpo técnico, los jugadores y la hinchada. Y éste club ha demostrado que está bien y ojalá que siga así. Y si hacemos una campaña similar a la que hizo Almirante en su último pasó por la categoría, vamos a poder pelear por un ascenso a la A como lo pudo hacer All Boys. Esa será nuestra meta.
Los conflictos que hay entre la misma parcialidad Mirasol o episodios como el ocurrido con Román Díaz que -tras discutir luego del empate ante Defensores de Belgrano- inclusive, llegó a mostrarles un arma a los barras luego de un entrenamiento ¿Cuánto repercuten estos hechos en un jugador?
-Bastante, más que nada por el miedo que hay, no sólo en el fútbol sino en la calle. Entonces uno que está en su lugar de trabajo y está tranquilo, ve peleas o cosas que van pasando dentro de su ambiente laboral y empieza a tener temor de lo que puede llegar a pasar.
¿Entonces?
-Es fundamental tener armonía en lo laboral. Si uno la tiene, va a trabajar con más ganas, va a trabajar mejor, y las cosas van a salir bien. Es muy importante que tanto los dirigentes, como la gente del mismo club esté tranquila y apoye como lo hizo en todo momento en este año. Quizá hubo un encontronazo en algún momento pero nada más, no pasó a mayores. Con el empuje de la gente, y el profesionalismo de todo el plantel se veía que íbamos a conseguir cosas importantes.
¿Cuánto tiempo de contrato te queda con Almirante?
-Cuatro años...
¿Tu objetivo es permanecer en el club?
-Sí, obviamente estamos esperando qué decide el cuerpo técnico y la dirigencia. Si uno va a seguir en el club o debe tomar otro rumbo. Pero mi idea es seguir, y ojalá que hagamos la misma campaña o mejor que en la B Metro, para tener la posibilidad de jugar en Primera A que es lo que todo jugador ansía.
¿Y con Almirante lo ves factible?
-Sin dudas, uno siempre aspira a más, y quiere seguir en el club para continuar creciendo.

Publicado en la revista Aquí Ascenso de agosto (2010)

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