31 oct 2010

DT de Olé bajo el brazo

Temporada 2008/2009, Liniers comienza el torneo, una vez más como candidato a ascender a la C, conducido por Daniel Messina y reforzado con jugadores destacados de la divisional (Darío Schiavello, Lucas Tiedemann, Angel López, Gustavo Oyola y Walter Mastandrea, entre otros). La Topadora llega a la séptima fecha líder, donde cae ante Riestra (0-1) y Midland (0-3) sucesivamente, desde ahí no logra recuperarse pese a los insistentes cambios del DT, en el decimotercer capítulo del certamen sucumbe ante Claypole en el sur, que lo vence por 1 a 0 con un cabezazo de Walter Negreti (ex Liniers). El planteo mezquino y desacertado de Messina en ese match comenzó a sellar su suerte; “Esto no puede ser, el martes en la reunión de comisión directiva pido su cabeza, si quiere jugar así que dirija un equipo chico”, sentenció un importante directivo al finalizar el partido...
Con Daniel Messina, la relación había comenzado normal (Periodista – DT), hasta que los resultados se le empezaron a negar; hablaba de mala gana, no daba a conocer la formación del equipo el día anterior a los encuentros e incluso (más de una vez) me “recriminaba” por tal o cual cosa que había dicho o escrito, lo peor es que él no escuchaba ni leía, sino que le contaban, y como suele suceder en estos casos, le contaban mal (el PF estaba preocupado por lo que decíamos los periodistas, pero no se daba cuenta de que los rivales superaban físicamente al equipo en los últimos 20´ de juego).
El lunes me llaman  del Diario Olé (como acostumbra el diario deportivo con el Ascenso, se las rebusca para conseguir información, porque no tiene quienes se interesen en la materia; todo el mundo creé que ésto  sólo pasa por cubrir River y Boca) en busca de novedades; les brindé la información deportiva, y de la otra... Obvio ¿que iban a poner si sólo iban a destinar tres líneas para un equipo de la D? Que el mismo martes  en la reunión de CD le iban a poner fin al ciclo de Messina al frente del Celeste. El DT, se despidió del plantel esa misma mañana con el diario (Olé) debajo del brazo, aludiendo que yo era quien pasaba la información y que había una campaña en su contra. Hasta le dijo al presidente de Liniers (Osvaldo Loprete), que “David Tarantino tiene la culpa de ésto”.
Loprete ni siquiera me conocía, y de seguro, no iba a tomar una determinación, por publicación alguna.
Increíble, pero entendible; el ex técnico de Midland no le encontró la vuelta al asunto (por cuestiones personales, sin Carlos Marzoratti perdió a su mano derecha y, entre quienes lo rodeaban, al hombre que más conocía de la divisional)  y ante el fracaso, a alguien tenía que apuntar.
Después de perder 0-3 con Midland, escribí que poseía el mejor cuerpo técnico de la divisional (está todo el archivo en www.liniersenascenso.com.ar). Llegó a sacar del equipo a su goleador (Tiedemann) para darle lugar a Gonzalo Jiménez, que llegó al club sin pretemporada, y no logró conquistar ni un solo gol en la era Messina, un error que pagó el equipo en la cancha, y el grupo en su intimidad. En el encuentro de la Cuarta Fecha ante Lugano, sacó a un jugador antes de que culmine la primera etapa (Gustavo Oyola), algo que se tomó a mal incluso en el seno del mismo cuerpo técnico ¿tiene sentido hacer un cambio cuando faltan 2 minutos para que termine el primer tiempo? Sin embargo, preferí no mencionarlo, ni trasladarlo a la crónica del partido, porque creí que sería avivar a unos cuantos ante una situación que no debía salir de la intimidad del grupo. Fue un cambio que hizo mella anímicamente en el ex jugador de Ballester, que terminó perdiendo la titularidad, luego de llegar al club por la insistencia del mismo Messina, quien lo había convencido de que no vaya a otro equipo, porque con él sería titular.
Es sólo un cambio, la cuestión es que la modificación no la realizó alguien que no entiende de cuestiones psico-futbolísticas; Messina jugó en River, Vélez e incluso en alguna Selección juvenil de Menotti.
Los números no le daban (PD: 13, G6, E2 y P5) y el final se veía venir, pero pensar que después de ganar apenas uno de los últimos siete juegos de su ciclo su continuidad dependía de factores externos a lo futbolístico, es un despropósito.
Lo que más me llamó la atención, fue una afirmación del DT al consultarlo sobre si asistía a ver los encuentros de sus futuros rivales:
“Si algo me enseñó Angel Labruna (lo dirigió en River), es a respetar el trabajo de los demás, y si voy a ver a otros equipos, les estoy faltando el respeto a los otros entrenadores”.
-Pero estás dirigiendo Daniel, distinto sería que estés sin trabajo...
“Igual me parece una falta de respeto, para eso tengo a mis colaboradores”.
En el 2010, me imagino que debe ser muy difícil la tarea de entrenador, pero sin conocer a los rivales, más dificultosa aún.